¿Siempre?... Por supuesto

Una tarde aburrida, mirando por la ventana...
mi página recién actualizada, y de repente...
SORPRESA alguien desconocido me hablaba sin saber
sí, soprendida, pero dudosa.
¿qué querrá de mí?

14 de abril...
gran día!!

5 días de silencio... y de repente,
de nuevo se hicieron presentes
pocas pero intensas palabras.

Días de conversaciones...
intensas conversaciones.

Deseando que llegaran las 3 para hablar...
deseando que fueran las 8 para seguir hablando.

23 de mayo... primera indirecta...
¿quedar para hablar? demasiada vergüenza...

14 de junio...Festival, concierto...
encuentro esperadísimo...
nervios, vergüenza, desesperación,
desesperación por ver...
sí, por ver lo que había ido a ver...

Actualización dedicada.
Palabras estupendas.
Detalles... GENIALES.

Al día siguiente... miradas indiscretas,
vergonzosas y desprevenidas...
Los dos nos mirábamos sin darnos cuenta.
Los dos nos queríamos abrazar, pero no pudimos.

Días de quedadas... noches de risas
El banco, nuestra primera quedada solos...
Masajes, canciones, miradas...
Pero... ni una palabra.

Frases indirectas por redes sociales...
Conversaciones fluidas, amores escondidos.

Sufría al verte reir con otra persona...
Sufría al no poder decirte la verdad...
Sonreía, cuando nos cruzábamos las miradas...

Día 1 de julio, a las 15.30 de la tarde
la incógnita se hizo presente.
Tarde de nervios, de desorientación...
Llegaba la hora de la verdad...

Sentada en el banco, esperando que llegaras...
Me miraste, me cayé...
Te miré... hablé.

Más vergüenza... más nervios
un beso, en la mejilla;
un abrazo, en mis sentidos.

Salimos, me acompañaste...
nos miramos... sí, me besasté.

El tiempo se paró...
Salí, me senté en aquella escalera fría...
sonreí, y soñé!

La felicidad en nuestro rostro.
Nuestra primera tarde juntos,
juntos, y solos.

Abrazados, con calor... pero seguimos juntos.

Desde ese día... seguimos acompañados,
cada uno de nuestros corazones.

Nunca, como un día dijiste,
el pack indivisible se ha separado.

Siempre, una palabra que nos acompaña.
Juntos, la realidad de nuestros días.

Te quiero, ¿me quieres?

178, SIEMPRE